The Strokes – Angles (2011)




5 años tuvieron que pasar para poder escuchar material nuevo de los Strokes. Pero parafraseando a Nick Valensi, hiciesen lo que hiciesen, el material nuevo difícilmente podría tapar este lustro de vacio discográfico .Y en eso es muy acertado, Angles queda al debe ,con un sonido difuso y a ratos inconexo, obviando claro a “Undercover of Darkness” que era un apronte mentiroso de lo que contenía el resto del LP. La cuarta placa divaga en una onceava dimensión, un puzzle con piezas calzadas a la fuerza. Si se pudiese simplificar aun mas recurriría a la palabra inconsistencia; y en ella  cabria en términos reales el desempeño del disco. El sonido se opaca así mismo y en contadas veces apunta hacia algún lado, la mayoría solo se dedica a dar vueltas en círculos atochados y poco inspirados, o peor aun, canciones sin nada de ángulo.
Como precedentes de esta placa tenemos una serie de proyectos solistas por parte de los miembros del grupo, asi como un proceso de grabación caracterizado por una falta de cohesión notable. Sino, es cosa de oir unas cuantas declaraciones del Lead Guitar, quien se referiría al proceso como uno “con un clima horrible”, en el cual muchas veces no se grababa en conjunto , habiendo dos, incluso en ocasiones, hasta un solo integrante grabando en el estudio, y los demás iban agregando sus partes parcialmente. Una metodología que no hizo sino perjudicar el foco del álbum. Y la ausencia de ese microclima que se impregna en las grabaciones, ya plausiblemente brilla por su ausencia.
Por otro lado el porcentaje de aportaciones compositivas se vio abierto y se incluyo un volumen mayor de ideas de otros miembros que no fuesen Casablancas (un desinterés que de alguna manera hace pensar hacia que punto estarán disparando la mirada Julián, y si será la banda neoyorkina su prioridad hoy por hoy) Conjeturas aparte, el álbum pudo haber sido..ese gran retorno, pero no lo fue, para reafirmarlo miremos el contenido.
Dentro de lo destacable “Undercover of darkness”, es claramente el puntal mas sobresaliente en esta colección, con guitarras llenas de personalidad y que pareciesen ir en líneas dispares mientras van jugueteando con la siempre identificable voz de Julian, armando un conjunto pop perfecto. Y el solo de Valensi, retoma todo ese ejercicio lúdico que se ve un poco perdido en otros cortes. “Machu Picchu” carga un bagaje de pop experimental tendiente a coquetear con sintetizadores con un resultado bastante propositivo, aunque no logra el aura tan opresiva de “Metabolism” donde las guitarras y sobre todo el bajo, generan una canción pasiva-agresiva, mientras el carraspeo sónico se deja sentir.
En ese sentido “You’re so right”, “Games” o “Gratisfaction”, no logran cuajar del todo, se van por un camino mas difuso y asfixiante, en el que el bajo se posiciona como elemento principal. Tal vez pecan de incompletas, tal vez suenan a algo indefinido.  “Call me back” resuena en todo momento a un bossa-nova retorcido y “Two kinds of happiness” con “Taken for a fool”, se van de lleno como números pop con menos carisma de lo que uno esperaría, haciendo mas patente la descoordinación del grupo, ya que estas piezas carecen de ese sudor que solo la cohesión en estudio podía lograr, dejándolo solo..como eso, canciones mas en vez de LAS CANCIONES de la cuarta entrega.
Es resumen mas que un obra terminada este  álbum se siente como un bosquejo, una pila de intenciones no cuajadas, y con resultados dispares..pero solo eso , como una tentativa. Habrá que esperar el próximo disco para saber si el tremendo hiato del grupo valió la pena, o solo tendremos más “Angles” y no mas “Is this it”.